El Espiritismo no es solo prender una vela y fumar un tabaco.

Los Angeles y el Zodiaco




Los signos del Zodiaco, además de ser  una   tipología  astral  de nuestra personalidad, son un indicio de la identidad de los ángeles que
nos protegen. Según  el   momento   del  año   en   que   nacemos   nos  corresponde uno de los cuatro arcán­geles principales que se   encargan de regir una estación del año determinada. Además, por  cada   semana de nuestro primer mes de vida hay cuatro  Virtudes  que nos  atañen  y que    debemos    atender    pues    representan    nuestras   necesida­des espirituales.

 EL ARCÁNGEL RAFAEL Y LOS SIGNOS DE LA PRIMAVERA

La primavera marca los comienzos y tiene un significado de renacimiento y renovación. Es un momento de limpieza física, mental y espiritual. Desembarazarse de todo aquello que nos estorba, pesa o aflige es lo más recomendable para estas fechas.

La primavera es también la época perfecta para enfocar nuestras actitudes y aptitudes en función de las metas que queremos alcanzar. Esto será determinante durante el res­to del año.

Las grandes fiestas religiosas corresponden a las semanas inmediatas al 21 de marzo, fecha del equinoccio vernal que marca el inicio de la primavera. La Pascua de Resurrección y la Pascua Judía tienen lugar en estos días determinados por la primera luna llena. La primera celebra la resurrec­ción de Cristo, mientras que la segunda el éxodo dramáti­co de los israelitas desde Egipto, liberándose así de la escla­vitud.

En este tiempo damos gracias a Dios por la redención de todas nuestras dificultades a través de la divina intervención de San Rafael arcángel, el guía y patrono de médicos, chamanes y curanderos. La manera en que este ángel cura es a través del conocimiento y la energía que transmite.

•  Protege a Aries, cuyas Virtudes son: Renacimiento, Fe, Esperanza y Confianza.

•  Protege a Tauro, cuyas Virtudes son: Vitalidad, Abun­dancia, Belleza y Sabiduría.

•  Protege a Géminis, cuyas Virtudes son: Transformación, Celebración, Alegría y Recreo.

 Aries: El renacimiento es el cambio necesario para renovar aquellos aspectos que detienen nuestro rollo. La fe es la entrega total para lograr nuestras metas. Con la esperanza aguardamos la llegada del bien a nuestra vida y la confianza mantiene un pensa­miento positivo constante.

 Tauro: La vitalidad engendra la energía necesa­ria para lograr nuestro cometido. El sentido de la abundancia nos deja valorar lo que tenemos como una gran fuente de riqueza. La belleza que alberga­rnos en nuestro corazón es la base de nuestra belleza exter­na. A través de la sabiduría logramos reconocer nuestras faltas y cómo corregirlas.

 Géminis: Sustituimos nuestras fallas transforman­do las actitudes negativas: el temor por la confianza, el despego por el compromiso, etc. Dar un significado especial a cada día es una manera de cele­brar la vida. Con la alegría afirmamos nuestra libertad ple­na de vivir de la mejor manera posible. Es necesario hacer­nos de un momento ocasional de distensión y recreo para continuar con nuestra misión.

EL ARCÁNGEL URIEL Y LOS SIGNOS DE VERANO

 En el solsticio del 21 de junio el sol se ubica en el lugar más alejado del Ecuador, lo que nos brinda el día más largo del año y la noche más breve. Es a partir de esta fecha en la que recibimos plenamente el calor del astro rey, llenándo­nos de fortaleza y de toda su energía vital. En verano se expande el espíritu, elevándose hacia la luz que irradia el amor de Dios. Esto se simboliza con fiestas que Tradicionalmente están relacionadas con el poder purificador del fuego. El 24 de junio se organiza en todo el mun­do la fiesta de san Juan, que celebra el advenimiento de Cristo con la iluminación de antorchas y hogueras que re­cuerdan el poder iluminador del sol y la verdad divina. En este periodo, los favores del cielo son agenciados por Uriel. Su nombre significa 'luz de Dios' y representa la sabiduría divina. Él es el espíritu redimido que ansia reunirse con el Señor. Según inscripciones del manuscrito del Mar Muer­to, se le llama 'el príncipe de las luces'. Se cree que fue quien ayudó a Moisés a dividir el Mar Rojo y la Iglesia lo retrata con una mano abierta que sostiene una llama.

 •   Protege a Cáncer, cuyas Virtudes son: Conocimiento, Intuición, Imaginación y Conciencia.

•   Protege a Leo, cuyas Virtudes son: Autosatisfacción, Autoestima, Autoconfianza y Poder Personal.

•     Protege a Virgo, cuyas Virtudes son: Serenidad, Tre­gua, Placer y Armonía.

 Cáncer: Podemos acceder al conocimiento a tra­es de la reflexión sobre nosotros mismos. Las supuestas a nuestros problemas las intuimos en nuestro interior, escuchémonos. La imaginación actúa de manera que nos proyectemos en un futuro mejor. La con­ciencia de sí mismos nos da una imagen clara de nuestras  metas.

 Leo: Debemos satisfacer nuestras propias expec­tativas sobre nosotros mismos antes de las de los otros. Estimarse a sí mismo es aceptar las cosas buenas que hemos hecho y poseemos. Si tenemos autoconfíanza nuestros pasos en el futuro serán más segu­ros. Es necesario reconocer el poder personal que tenemos para hacer las cosas y la capacidad para lograr nuestro ob­jetivo.

 Virgo: Sólo conseguimos la serenidad al despo­jarnos de las tensiones. Hay que mantener la armonía entre nuestra agitada vida material y espi­ritual, entre el ser y el hacer. Existen momentos en los que debemos tranquilizarnos y darnos una tregua en nuestra cotidiana lucha. Darse un momento de placer es muy im­portante para la liberación de la presión diaria.

 EL ARCÁNGEL MIGUEL Y LOS SIGNOS DEL OTOÑO

 El otoño está a la mitad del camino recorrido entre el vera­no y el invierno, por lo que representa un momento ideal para hacer cuentas de nuestras bendiciones y encaminar el resto de la jornada hacia la luz de la verdad. El Sol cruza el ecuador logrando un equilibrio entre el día y la noche a partir del 22 de septiembre. Este balance tiene una significación en el ámbito personal, pues debemos im­pulsar todos nuestros deseos y esfuerzos hacia la nivelación de nuestras fallas y virtudes.

Las festividades están dirigidas hacia la reanimación espi­ritual. Los judíos celebran el año nuevo y los cristianos la fiesta de su protector ante los paganos: el Arcángel San Miguel, en quien se juntan la bondad y la integridad del espíritu. Él es la promesa de la alianza de Dios con la Hu­manidad y el General en jefe de los ejércitos celestes contra todo mal.

 •             Protege a Libra, cuyas Virtudes son: Verdad, Valor, Fortaleza e Integridad.

•             Protege a Escorpio, cuyas Virtudes son: Sensibilidad, Talento, Aprendizaje y Maestría.

•             Protege a Sagitario, cuyas Virtudes son: Aventura, Cu­riosidad, Oportunidad y Expansión.

 Libra: Reconocer la verdad y aceptar nuestras li­mitaciones es la base para tomar decisiones correctas. Por otra parte, hay que tener valor para vivir según nos reconocemos. Según asumimos los retos de nuestra existencia, adquiriremos fortaleza para prevalecer. La integridad indica que nuestras palabras se correspon­den con nuestros actos y somos honestos.

 Escorpio: Somos sensibles a reaccionar frente al mundo y a actuar desinteresadamente a favor de otros. Asumir nuestros talentos es tanto como agradecer por ellos, cultivarlos es una obligación. El desa­rrollo personal viene dado por nuestra disposición de aprender de cada situación. A pesar de los escollos, es ne­cesario aspirar a la maestría en nuestras habilidades.

 Sagitario: Las mejores aventuras están en el viaje que hacemos hacia nosotros mismos, en busca de un tesoro espiritual. Usamos nuestra curiosidad natural para adquirir verdadero conocimiento trascenden­te. Las oportunidades no sólo aparecen en el camino, tam­bién logramos crearlas cuando estamos atentos a nuestros deseos. El anhelo de expansión debe responder a un impulso de cambio positivo en nuestras vidas.

EL ARCÁNGEL GABRIEL Y LOS SIGNOS DEL INVIERNO

 Comienza el 21 de diciembre e imprime una baja de ener­gía, ya que los días se acortan y el sol se oculta. Esto pro­mueve en el espíritu un viaje hacia la interioridad y el for­talecimiento de nuestras creencias. Es momento para dedi­carnos a nosotros mismos y concentrarnos en un sano enri­quecimiento interior, rodeados de nuestras mejores fuen­tes de alegría.

Las fiestas de este período comprenden la Navidad, con la entrada del espíritu de fraternidad y amor entre los hom­bres por el nacimiento del hijo de Dios, y el Yom Hashoah, cuando los judíos evocan los sufrimientos de la persecu­ción de la que fueron objeto en la Segunda Guerra Mundial.

Arcángel Gabriel

"Dios es mi fortaleza" es el significado del nombre Gabriel. Ángel de la resurrección, la venganza, la muerte y la reve­lación, se lo conoce en el Islam como "el espíritu fiel" y "el terrible de poder" que dictó el Corán a Mahoma. Según los judíos, él arrasó con Sodoma y Gomorra, y es "el prínci­pe del fuego". Es bueno recurrir a él en busca de justicia y esperanza, en momentos de desasosiego y confusión. 

·  Protege a Capricornio, cuyas Virtudes son: Individua­lidad, Elección, Dedicación y Libertad.

·  Protege a Acuario, cuyas Virtudes son: Asistencia, Par­ticipación, Amor y Hermandad.

·  Protege a Piscis, cuyas Virtudes son: la Pena, Reconci­liación, Liberación y la Partida. 

Capricornio: La individualidad nos conecta con nosotros mismos y define nuestras actitudes para  los demás. Quien sabe elegir ejerce su liber­tad de manera práctica e irradia sabiduría. La dedicación refleja compromiso y consecuencia con nuestras acciones. Usar responsablemente la libertad es una manera de hon­rar los dones adquiridos.

 Acuario: Asistir a nuestros semejantes es señal de que poseemos verdaderos valores humanos. Participar o compartir prueba el deseo de comu­nicarse con otros y enriquecerse mutuamente. Amar es la entrega total, la confianza plena y la completa sincronía con el universo. La hermandad representa dar y recibir dones de nuestro entorno.

 Piscis: Abrazar nuestro dolor nos acerca a la esencia emocional. Reconciliarse es aceptar nuestro pasado y nuestra condición presente. La libera­ción de la carga que llevamos es parte de la vivencia del día a día y una manera sana de celebrar el júbilo de vivir. La vida es un viaje de partida hacia la divinidad, el retorno a Dios en diferentes etapas.


Al cerro de María Lionza o montaña de Sorte acuden muchas personas durante el año. En especial los días de San José, la Virgen de Coromoto, la Virgen del Carmen y el 12 de octubre.es un sitio religioso-espiritista de Venezuela ubicado en un sector montañoso del estado Yaracuy, en la Serranía del Interior y muy cerca de Chivacoa, en Venezuela. En el sitio se venera a lo que algunos locales consideran una diosa indígena, un personaje conocido como María Lionza que es muy visitado por algunos peregrinos en Semana Santa. Los creyentes eligen un rincón en el bosque o un recodo en el río para construir un altar desde donde invocarla. Normalmente lo decoran con fotografías, figuras y estatuillas, vasos con ron o aguardiente, cigarrillos en cruz, flores y frutos.
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