De Victima a Milagrosa

Buscan santificarla y que su sufrimiento durante tres días con sus piernas atrapadas entre dos muros no quede como un recuerdo más de una tragedia que acabó con la vida de 25 mil pobladores de Armero-Guayabal, en el Tolima, sur de Colombia hace 25 años.
Omaira Sánchez, símbolo mundial del desastre generado por el volcán Nevado del Ruiz y que desapareció al pequeño pueblo, hace milagros. Y lo confirman las más de 600 placas de agradecimiento de todos los tamaños que cuelgan de una pared que tuvo que construir la administración del Cementerio Local de Armero para que los seguidores de la chica le agradecieran sus favores concedidos desde 1985 cuando falleció en medio del lodo y la mirada internacional.
"Queremos darle a Omaira el reconocimiento mundial como signo de esperanza. En Armero quedaron muchas personas atrapadas, pero el mundo volcó sus ojos en Omaira Sánchez. Vamos a recuperar su identidad y decir que es signo de lucha, esfuerzo. Ella no solo es una niña tierna que dijo que no se quería morir", explica el cura Betancourt. Mientras se buscan testimonios de sus milagros, en la tumba de Sánchez no paran las peregrinaciones de devotos que insisten en dejar placas así sea en el suelo porque no caben más. Dos frondosos árboles son testigos de moñas, collares, camándulas y hasta zapatos de bebé que han dejado los fieles en la sepultura.
"Omaira, gracias por permitir que mi hijo caminara", "niña linda eres milagrosa. Has regresado a mi esposo a mi hogar", "acción de gracia a Omaira Sánchez por el favor recibido", dicen apenas tres de la cantidad de placas y mensajes a la niña que tenía 13 años cuando agonizó en medio del barro y el olor a azufre, sin gritar, ni reprochar. Sin llanto o desesperación.
Lo mismo que las cartas en papel guardadas en una urna metálica, y descoloridas por el paso del tiempo y una cruz blanca que dice: "Omaira Sánchez, 28 de agosto de 1972- 16 de noviembre de 1985".
Lo cierto es que a los vendedores de confites y cigarros del Cementerio Local les hace su milagro porque venden en cantidad por los fieles que a diario llegan desde distintas regiones del país. Paralíticos, desahuciados por cáncer, lepra y otras enfermedades dicen en voz baja que Omaira, "resucitó entre los muertos y está de aliada con Dios".
¿Mito o realidad? El hecho es que personas como Aurora Mejía Amézquita, dueña de una tienda naturista en Mariquita, dicen que la niña les ha concedido muchos favores.
En Honda se perdió un niño, la mamá pensó que había caído al río, pero Omairita le dijo en un sueño que estaba en Sogamoso. Y así fue, allá estaba�, dice Aurora, que también le llevó a Omaira su ofrenda por salvarle a una hija descarriada. �Eso sí, pidiéndole en nombre de Dios.
Se espera que sean ellos quienes dejen de contar sus milagros en el mundo entero y los plasmen en papel para que Omaira no sea solo una figura popular si no la santa de Armero.